Preeclampsia en el embarazo.


¿Qué es la preeclampsia?
La preeclampsia es una complicación del embarazo que causa hipertensión arterial (presión alta), daños a los riñones y otros problemas. Es una condición potencialmente mortal que afecta a alrededor del 5 % de las mujeres embarazadas.

Aunque no siempre se presenten síntomas, la preeclampsia puede ser muy peligrosa para ti y para tu bebé, incluso si te sientes perfectamente bien. Es por eso que tu médico te hará pruebas a cada consulta prenatal, verificando tu presión arterial y, si está alta, haciéndote una prueba de proteína en la orina.

La preeclampsia se manifiesta con más frecuencia en el último trimestre. No obstante, puede aparecer en cualquier momento durante la segunda mitad del embarazo, así como también durante el parto o incluso en las primeras seis semanas después de dar a luz.

La preeclampsia puede ser de leve a severa y progresar lenta o rápidamente. Si no se trata, esta condición puede derivar en complicaciones muy serias para ti y para tu bebé, como el síndrome de HELLP y la eclampsia.

¿Cómo puede la preeclampsia afectarme a mí y a mi bebé?
La mayoría de las mujeres que tienen preeclampsia presentan un caso leve poco antes de la fecha prevista para el parto, y tanto ellas como sus bebés evolucionan bien con el cuidado médico adecuado.

Cuanto más temprano se manifieste la preeclampsia en el embarazo y cuanto más intensa sea, mayores serán los riesgos para ti y para tu bebé, ya que esta condición siempre aumenta considerablemente la posibilidad de desarrollar complicaciones graves.

Cuando la preeclampsia es fuerte, puede afectar muchos órganos y causar problemas graves o incluso potencialmente mortales. Por esto será necesario que des a luz prematuramente si tu estado es grave o empieza a empeorar.

La preeclampsia provoca que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que genera hipertensión y disminución del riego sanguíneo. Esto puede afectar a muchos órganos de tu cuerpo, como el hígado, los riñones y el cerebro.

Las alteraciones en los vasos sanguíneos a causa de la preeclampsia pueden hacer que los capilares “pierdan” líquido en los tejidos, lo cual produce hinchazón (edema). Cuando los pequeños vasos sanguíneos de los riñones pierden líquido, la proteína que hay en el torrente sanguíneo se elimina al orinar. (Es normal tener una cantidad pequeña de proteína en la orina pero si sobrepasa un nivel determinado, esto puede indicar algún problema).

Además, si hay un menor riego sanguíneo hacia el útero, el bebé puede tener problemas como bajo crecimiento, muy poco líquido amniótico y desprendimiento prematuro de placenta (cuando la placenta se separa de la pared uterina antes del parto).

También ten en cuenta que, si es necesario que des a luz antes de tu fecha de parto para proteger tu salud y salvar la vida del bebé, el bebé puede tener problemas relacionados con su nacimiento prematuro.

Síntomas de la preeclampsia.

La preeclampsia no siempre tiene síntomas obvios, sobre todo durante su fase inicial, y los síntomas pueden variar de una mujer a otra.

Algunos de los síntomas de la preeclampsia, como la hinchazón, las náuseas y el aumento de peso, podrían ser vistos como molestias normales del embarazo. Es por ello que es importante saber reconocer los signos de alerta de esta condición.

Una hinchazón inexplicable es la señal más común. Llama a tu médico o partera inmediatamente si notas, además, alguno de los siguientes síntomas:

-Hinchazón en la cara o alrededor de los ojos.
-Hinchazón notable en las manos.
-Hinchazón repentina o excesiva en los pies o tobillos.
-Aumento de peso superior a 2 kg (unas 4 libras) en una semana (normalmente esto se debe a la retención de líquidos).

Nota: no todas las mujeres con preeclampsia presentan hinchazón muy visible o un incremento de peso drástico, y no todas las mujeres que presentan hinchazón o rápido aumento de peso tienen preeclampsia.

Llama a tu doctor inmediatamente si tienes cualquiera de los siguientes signos de alerta de la preeclampsia severa:

-Dolor de cabeza fuerte o persistente.
-Alteraciones de la vista, como visión doble, borrosa, con puntos o destellos de luz; sensibilidad a la luz o pérdida temporal de la visión.
-Molestias fuertes o dolor intenso al palpar la parte superior del abdomen.
-Náuseas o vómitos (en el segundo o tercer trimestre).
-Dificultad para respirar.

¿Qué causa la preeclampsia?

Los especialistas creen que la preeclampsia está relacionada con un riego sanguíneo reducido a la placenta y que, en muchos casos, en realidad existe desde el principio del embarazo, bastante antes de que se manifiesten los síntomas.

Esto podría suceder si la placenta no se implanta correctamente en las paredes del útero y las arterias de esa zona no se dilatan como deberían, de manera que llega menos sangre a la placenta. La hipertensión crónica y la diabetes también pueden disminuir el riego sanguíneo hacia la placenta.

Hay estudios que indican que los cambios en el riego sanguíneo hacia la placenta pueden liberar en tu torrente sanguíneo altos niveles de ciertas proteínas de la placenta. Esto puede producir una serie de efectos complejos, entre los que se incluyen los siguientes:

-Vasoconstricción (que provoca hipertensión).
-Daños en las paredes de los vasos sanguíneos (que provocan hinchazón y proteína en la orina).
-Una reducción del volumen de la sangre.
-Alteraciones en la coagulación sanguínea.

No está claro por qué les sucede a algunas mujeres y a otras no, y es posible que no haya una única explicación. Podría deberse a la genética, a la nutrición, a ciertas enfermedades subyacentes y a la manera en que el sistema inmunitario reacciona al embarazo, entre otros factores.

Con información de babycenter.